¿Tres consejos para no morir nunca?
Vivir, a puñetazos, con el pesar.
Rellenar ambos pulmones del aire
que las corrientes del Polo congelan.
Naufragar entre las olas de horchata
del mar Muerto (región de diabéticos suicidas).
¿Cuatro consejos para vivir solo?
Surcar los siete males
dejando algunos anzuelos mordidos.
Tararear la más ruin canción de guerra
aprendida en las batallas perdidas.
Cruzar, a nado, el Cabo del Horror
y aguantar, aguardar estando hundido,
desbordado unas veces, otras mudo.
¿Dos consejos para no morir joven?
Alimentar a una mosca sin alas
(afligida por chupar tus sustancias)
cuyo feroz vuelo acabó en tragedia.
Acariciar las virtudes del ogro
para rodar una pérfida snuff con cupidos.
David Benedicte, Santa Claus va a rehab