La familia vivía en Londres, en el barrio de Mayfair, en una casa costeada por mi abuelo paterno. En ella, Mary Ann nació a principios de 1934; Elisabeth a mediados de 1935; Rachel a finales de 1936; y ya cuando todo parecía que iba a ser perfecto, llegué yo. Año del Señor de 1940. Fui el único que no nació en Londres, ya que por aquel entonces a la Luftwaffe le dio por bombardear la ciudad.Yo nací en Riverphorn. Lo hice sin avisar, de manera sorpresiva, cuando ya mis padres se habían conformado con su trío de damiselas. No es que no me quisieran, simplemente no me esperaban; y cuando a uno no le esperan, la llegada siempre provoca reacciones extrañas. La primera de ellas fue que a mi madre se le ocurrió llamarme Wilfred. Mi padre había muerto unos meses antes, de suerte que no tenía a nadie con quien confrontar otras opciones. Definitivamente mi madre me inscribió en el registro como Wilfred Hurrinton Longstyle.Nunca me gustó mi nombre, Wilfred; suena a granjero, por mucho que le gustase a mi madre. Supongo que le recordaría a algún vecino de cuando era pequeña, algún tipo desdentado que bebía leche directamente de las ubres de las vacas. (La vida de Wilfred es el proyecto en que ando metido últimamente)