Te Persigo. Daniela Bartolomé
Te persigue la espada candente
de mis muslos, que gritan los horrores
del no estar.
Tu sello quemó mi piel y puso a buen
recaudo los recuerdos…
Jugaste al escondite, y el columpio
quedó prendido en ti con su vaivén,
el olor herbáceo me recuerda
el prado cabalgado hasta el orgasmo,
cuando tus ojos blancos, respiraban,
cuando tu boca ojeaba mis pezones
resurgiendo, -icebergs de miel y leche-,
cuando yo estaba en todas tus burbujas
penetrando tu vientre como un rayo;
amarillo, fugaz, mortífero y tornado
en sutil estalactita, chupada con tu
lengua de estropajo,
que destroza en lamidos carne viva.
Así, carne viva, te espero, te deseo,
te proclamo el vampiro de mi sangre
que como un maremoto nos destroce
nos obligue a ceñirnos al papel.
Ahora sé…en papel de cebolla tres
flores y tu entierro... Ahora sé.