GUZMÁN




Amigos,

Hace unos días, Memoria Perdida Blog cumplió dos años. Os invito a que probéis la tarta. No es dulce; más bien, ácida.



  


GUZMÁN


Guzmán es el mismísimo Robert Carlyle en The Full Monty Made in Spain. Ex trabajador de los Altos Hornos de Sagunto transformado en ladrón de cobre que se replantea su vida y, antes de acabar entre rejas o montárselo como sexy boy, decide darle a las teclas. Mira por dónde, que el chico se nos ha hecho un hueco en las redes sociales.

Hace unos meses publicó su primera novela con una edición de nueva era: no pagas nada por adelantado. Lo haces tras la presentación y, ésta, salió de huevos. Sin embargo, como dice el refrán: “qué poco dura la alegría en la casa del pobre”.

Los libros con más erratas que un colador y maquetación pésima llegaron a tiempo. Empero, las promesas de publicidad & CIA se esfumaron por el retrete. La editorial funciona como una puta imprenta. Nada más. Guzmán se convirtió en un espectador VIP del asesinato de su primogénita: una muerte agónica y doliente.

Llegado ese punto, sopesó las ganancias y las pérdidas. Decidió que no volvería a publicar, No obstante, quiere seguir escribiendo. Tras un verano sacrílego, asfixiado frente a su portátil está a punto de eyacular. ¡Por fin ha terminado la corrección de su segunda novela! Un tocho de tropecientas páginas: “La guerra de los aliens”. Se cree el nuevo H. G. Wells.








Tiene que preparar algo especial para su esposa; la mujer que aguanta su soledad y sus mortificaciones. Sonríe sólo de pensarlo: le montará un privé a lo Carlyle/Monty. Cierra el ordenador y se marcha a hacer la compra. Primero a Mercadona; después a Consum; seguido a un Aldi y, para finalizar, a Vidal. Todo sea por ahorrar hasta los céntimos del euro. El patio está muy achuchao.

Tres horas más tarde llega su mujer limpiadora profesional y se lo ve disfrazado.

―¿Qué cojones pasa aquí? ¿Ahora eres madero y yo sin enterarme?

Le corta el rollo de una tajada. Pero él, más tozudo que una mula, se empecina con su propósito.

―Mujer es que tenía preparado un numerito…

―¿No me digas que ibas a hacerme un striptease?

Guzmán asiente con la cabeza.

―¡Con esa barriga a lo Simpon! Ja, ja, jaaa… suelta esa sepia azulada con más años que Cascorro, que tiene por parienta.

Como te agradan tanto… me había hecho el ánimo.

Hombre, cuándo el tío está cachas…

Uno hace lo que puede… aprieta el abdomen.

¿Y a santo de qué esta paparruchada?

He terminado la novelita que tenía entre manos y estoy feliz, quería darte una sorpresita ¡Sé que va a ganar un premio gordo! dice entusiasmado.

Sí. Y yo soy Pamela Anderson le suelta con grosería manoseando su tetamen.

Sólo de pensar en los lingotazos que se meten los galardonados, está cachondo. Empecinado, sigue achuchando a la mentecata de su mujer.

Pero… ¿tú qué haces?... ¡Qué pares o te doy una hostia!

Mujer yo…

Ni yo ni nada. Lo que tienes que hacer es olvidarte de gilipolleces y empezar a buscar curro mañana mismo. ¡Gandul, más que gandul! arremete a bolsazos.

Al pobre Guzmán se le arruga todo.









Un año más tarde, se repite la misma escena…

Nuestro hombre insinuante restriega el trasero de su esposa.

Ya empezamos... ¡Qué no estoy para bromas! le suelta con mal talante.

Esta vez sí, cariño resuelve Guzmán con el instrumento como una Glock.

¿Cómo que sí? ¡Déjame en paz de una puta vez! ¡Me duele la c-a-b-e-z-a! Termina por decir vocalizando (exageradamente) y con el morro torcido.

―¡Qué he ganado!

―¿Qué has ganado, pringao?

―¡El Euromillón, churri! ¡El Euromillón!

Suena You can leave your hat on de Joe Cocker. Guzmán  literalmente, se trasforma en Gaz. Hacer un striptease es como escribir, te desnudas poco a poco. Tras el pase hacen el amor hasta caer rendidos.

Ya no habrán caras largas ni dolores de cabeza: Son millonarios.

Gaz ha comprendido que es más fácil ganar en las Apuestas del Estado que un buen concurso literario.


Anna Genovés
21/09/2013


Derechos reservados a su autora

© Anna Genovés 





THE FULL MONTY

JOE COCKER - YOU CAN LEAVE YOUR HAT ON




                                       

4 Comments

  1. Guzmán somos casi todos en algún momento, en cualquier disciplina. La riqueza del buen creador no es demagogia…los dioses recompensan el empeño y el logro, aunque no sea ganándose un concurso ni una lotería. Me parece que a Guzmán lo universalizas. Me pareció muy divertido el relato…ah! y la canción de Joe Cocker estupenda!

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    • Gracias, Rafael. Era lo que pretendía, entretener. Siempre digo que soy una cuantacuentos. Saludos, Anna

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  2. Jajajaaa… Sï. Baccala and wife dan para mucho. Todos somos un poco «eroe dei nostri tempi»

    Gracias, Anna

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  3. Juraría que ya había publicado algo, pero con el G+ no me entero demasiado. Lo primero darte la enhorabuena, dos añitos la criatura, y bien alimentada. En segundo lugar, me he reído mucho, y en cierta manera me veo reflejado en Guzman, «un eroe dei nostri tempi», y no precisamente en esa faceta de «eroe». Pues felicidades y Cent’anni, (Yo es que ver a la Janice junto al sr. Baccalieri y me sale el italomaericano). Besos y adelante

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