Con un cierto tono agridulce y dolorido nos cuenta Paco Roca en El invierno del dibujante las vicisitudes a las que se enfrentaban los historietistas españoles de la década de los cincuenta.
Algunos de los personajes más famosos de la época como Zipi y Zape, Doña Urraca o Mortadelo y Filemón nacieron en la todopoderosa editorial Bruguera, que, como era habitual en el período, se quedaba con los derechos de las creaciones de sus autores.
Intentando rebelarse contra la situación imperante, Cifré, Conti, Escobar, Eugenio Giner y Peñarroya fundaron su propia revista, Tío Vivo, pero las presiones de Bruguera para que volvieran a la editorial surtieron efecto tan solo un año después de su marcha, en 1958.
Es un relato conmovedor sobre un momento duro de la historia de España en la que un grupo de hombres trató de perseguir un sueño de libertad.
Roca, P., El invierno del dibujante, Bilbao, Astiberri, 2010.