Los que hacen – Parte 2
Hace un tiempo Cecilia Giménez, de 81 años cobraba trascendencia mundial por haber sido la restauradora no oficial del fresco de 1930 denominado Ecce Homo.
"Hemos pasado momentos duros. Habrá poca gente que se haya enfrentado a una situación como ésta en la historia", dijo Juan María Ojeda, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Borja, donde se encuentra el cuadro. "Pero los beneficios de la promoción de la ciudad son evidentes y es algo que tendremos que aprovechar de cara al futuro", añadió.
Los momentos duros dieron rédito económico, solo durante este año más de 40 mil personas visitaron la capilla y el fresco restaurado en Borja. Desde septiembre del 2013 el ayuntamiento decidió cobrar un euro por la visita.
Los cálculos indican que entre el valor del bono y los donativos voluntarios lo recaudado supera los 50 mil euros.
Según el Ayuntamiento, el dinero ha ido destinado íntegramente a una fundación social llamada Sancti Spiritus, dueña de la Iglesia en la que se ubica el fresco. Ese ingreso les permite gestionar una residencia de ancianos en la que cuidan a 60 personas.
Para Giménez, la restauradora, también hubo sorpresas. Una Bodega de la zona creó un vino con su nombre y lógicamente la etiqueta es su genial obra.
"Ahora parece que está todo el mundo contento", explica Giménez al diario local Heraldo de Aragón. "Doy gracias de que ya esté todo más tranquilo".
En algunos días, Giménez firmará un convenio con el ayuntamiento para la explotación oficial de los derechos de imagen del Ecce Homo en postales, llaveros, mecheros, platos y camisetas. La artista recibirá el 49% de los beneficios, mientras que la fundación se quedará con el 51% restante.