Trigal
De tanto oro estallan los granos.
Aquí y allá hay manchas rojas de amapola,
y en el trigal,
una muchacha
con pestañas larga como las espigas de la malta,
cosecha con las miradas las gavillas claras del cielo
y canta.
Yazgo bajo la sombra de las amapolas,
sin deseos, sin remordimientos, sin penas
y sin ambición. Soy solamente cuerpo
y solamente arcilla.
Ella canta
y yo estoy escuchándola.
De sus labios calientes brota mi alma.
"Morada" "Carta"
"Eva"
Grandes Obras de
El Toro de Barro
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Yo, que he sobrevivido a cien lanzas
y he hecho temblar el vientre
del desierto con uno solo de mis carros,
perdí ante tus ojos mi última batalla.
Ser cobarde en amor equivale a estar muerto.