Hoy, buscando otra cosa en ese Cuadernos (1957-1972) de Cioran, encuentro esta nota:
"No conozco nada más insoportable que la ironía continua, sin fallo, sin descanso, que no te deja tiempo para respirar y menos aún para reflexionar, la ironía, que debería ser delicada y ocasional... ¡vuelta grosera, es decir, automática! Incluso ella está destinada a degenerar, a seguir la ley común."Claro que la ironía de Camba acaba irritando como la amargura continua de Cioran acaba divirtiendo.