El niño
Es hermoso este mundo
desde abajo hasta lo alto.
Las criaturas del mar son coloridas
y los colores son misterios vivientes.
A veces encierran defensas y venenos,
un color siempre define un espacio.
La vida vino de allí
y ya afuera es el aire,
y la mariposa,
copiadas de la fragilidad de una flor.
Todo se asocia y se ayuda,
en lo inmensidad siempre es azul profundo
Somos el día de la creación,
gárgolas vivas de un oráculo encantado.
que adivinan desde lo profundo
la suerte del alba.
desde abajo hasta lo alto.
Las criaturas del mar son coloridas
y los colores son misterios vivientes.
A veces encierran defensas y venenos,
un color siempre define un espacio.
La vida vino de allí
y ya afuera es el aire,
y la mariposa,
copiadas de la fragilidad de una flor.
Todo se asocia y se ayuda,
en lo inmensidad siempre es azul profundo
Somos el día de la creación,
gárgolas vivas de un oráculo encantado.
que adivinan desde lo profundo
la suerte del alba.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
abierta, la luz, la calefacción
encendidas. Hay un poco de vino
de la alacena, el café está reciente
por si me demoro y te vence el sueño.
Acaso estés aquí cuando regrese,
arropada en el sofá con mi manta
de viaje, reconfortada, quizá
complacida del mundo en su belleza,
sabiendo que hay una técnica pura
en esta maravilla de estar vivo.
Y si no estás, bendito sea el tiempo
en que estuviste. Sólo he de abrir
los postigos para que fluya el agua
llovida en la memoria. La luz, pronto,
dejará en las paredes una sombra
que llamará en sus labios con tu nombre,
contenta de estar en casa de nuevo.
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Juan Ramón Mansilla
Juan Ramón Mansilla