Fotograma de Muerte en Venecia |
Eugenio de Andrade
Ir y venir con las mareas
Versión de Aníbal Núñez
no saben el camino: es bueno
ser así de nadie
en las altas ramas hermano
del canto exento de un ave
de paso, reflejo de un reflejo,
contemporáneo
de cualquier mirada desprevenido
solamente este ir y venir con las mareas
ardor hecho olvido,
polvo dulce o la flor de la espuma.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
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abierta, la luz, la calefacción
encendidas. Hay un poco de vino
en la alacena, el café está reciente
por si me demoro y te vence el sueño.
Acaso estés aquí cuando regrese,
arropada en el sofá con mi manta
de viaje, reconfortada, quizá
complacida del mundo en su belleza,
sabiendo que hay una técnica pura
en esta maravilla de estar vivo.
Y si no estás, bendito sea el tiempo
en que estuviste. Sólo he de abrir
los postigos para que fluya el agua
llovida en la memoria. La luz, pronto,
dejará en las paredes una sombra
que llamará en sus labios con tu nombre,
contenta de estar en casa de nuevo.
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Juan Ramón Mansilla