Idealmente leído en castellano
con un fuerte acento irlandés por Colin Farrel
La pinza de la ropa como un todo
que condensa las fuerzas dominadas,
la aplicación sencilla de las bestias
que cabalgan sin ley
por lo que es conocido y lo que no.
Pero, también, por otra
parte, los soles viejos, los que no
necesitaron nombre
ni demás moderneces. Universo.
Esas cosas. Las cosas que estuvieron
y que están, estarán.
Cuando todo esto sea polvo gris.
Y una noticia sobre el fin del mundo,
dentro de tantos años
y por quién sabe qué fuerza nombrada,
sí, haciendo un uso bárbaro
de unos mil o dos mil años escritos.
Obviar en la noticia nuestra muerte.
Y arreglar una pinza y ver la muerte.
Y no aprenderte el nombre de ese sol
que engullirá tu mundo
porque nunca lo hará, si tú no quieres.
B.C.