Por un lado Felipe Herrero nos trae un libro vinculado a la guerra, a una guerra (personal y del mundo) que imagina y detalla mientras se desprende de ella. (Y he aquí un gran acierto, un gran logro, tanto conceptual como estético.) / Felipe Herrero nos trae un libro de imágenes propias bajo un estilo que recuerda al movimiento de las olas; tanto en la levedad como en la más alta cresta una sólida masa de agua sostiene y reconduce las palabras, siempre al mar, siempre al libro, de vuelta siempre a un estado de ánimo estable que hace que "Legua roja" rezume coherencia.
si ves a una madre en combate
recibiendo golpazos de tres hombres armados
si el mundo te deja de lado inservible y vago
has de saber que el fin está inquieto
y que los árboles flameantes
no llevan el nombre de árboles flameantes
y que la muerte futura
no lleva el tiempo en futuro
toda cría muere
bajo un padre calcinado
*
Por otro lado José Ignacio Montoto se supera y consigue el que puede ser considerado, sin lugar a dudas, su mejor trabajo. / La luz será hilo conductor del poemario en todo momento y no dejará de sorprender la habilidad que el autor demuestra para profundizar en esta radiación (desde la incandescencia hasta la más oscura sombra) y adaptarla a todo tipo de sentimientos y visiones. / Un libro arriesgado y cargado de filosofía. Un libro, sin más, de máxima belleza.
una dificultad
abrasa nuestros ojos
el mundo
es un espejo
y late como una víscera taquicárdica
su brillo ciega
hasta quemar
*
Bienvenidos sean escritores como éstos.
maria ana
¿Qué más se podra escribir sobre la vida? De sus suelos y cielos.De amores y desamores. De reír y llorar. Agrado y desagrado. Es difícil la vida misma.