SÓLO me interesan las ficciones que pueden competir con el periódico... en fantasías.
QUÉ dirán de estos años dentro de unas décadas: quizá eso que escribía Renard en su diario: "No la edad de oro, sino la edad del oro."
MATA con la fregona a las hormigas que entran en casa mientras les pide perdón.
ESTAMOS indignados, parece, no tanto por la corrupción, sino porque ya no hay tarta para todos.
LA mano invisible del mercado es ahora la mano invisible que nos estrangula. Claro que lo peor ya no es que nos estrangule, sino que nos clave las uñas.
ES el hombre más importante; su firma sale en los billetes.