Sin duda esta semana me organizaré para ir al hospital más cercano a donar la cantidad recomendable de sangre. Porque soy egoísta y necesito saber que de algún modo alguien agradecerá mi existencia, profunda, físicamente. Que alguien querrá llevarme dentro como un regalo, un futuro. Que soy un animal necesario en medio del humo.