Dear friends,
6,2 M de parados.
Muchísimos M de trabajos precarios.
Y yo tocándome los huevos en una oficina de ésas que parecen sacadas de los sketches del Camera Café.
Ganando un sueldo decente.
Tan tranquilo. Tan pancho. Tan feliz. Saliendo los viernes a las cuatro de la tarde.
Con mi blog, mi gym, mi esposa, mi Renault Mégane, mis pelis, mi música clásica, mi barriguita bajo control y mis terracitas.
Epítome de la felicidad absoluta.
Pero no. Los dioses siempre puteando a los ateos.
Sin pedirlo ni nada.
A ganar más dinero pero... ¡trabajando!.
"¡Enhorabuena!", me dicen por las calles.
Y yo, con 6 M de parados en nuestro país, ¿a quién cojones me voy a quejar?, ¿y de qué?.
Efectos secundarios de todo este asunto: Temo que mi actividad en el blog, al menos a corto plazo, pueda resentirse demasiado (ojalá me equivoque pero les recuerdo que yo esto del blog lo hago en horas de oficina). Y mis visitas a los suyos, pues también.
Estas cosas solamente me pasan a mí... Copón...
Efectos Secundarios es también la última e interesante película de Steven Soderbergh en la que podrán escuchar esta musiquita del estupendo grupo norteamericano Thievery Corporation. La canción se llama The Forgotten People (Radio Retalation, 2008).
Si la cosa se llega a poner muy, muy difícil...
NO ME OLVIDEN NUNCA.
YO NUNCA LES OLVIDARÉ