Un poema de Masa crítica, de Francisco Alba


Anónimo

 

Tu dirección me la dio un poeta. Te escribo porque me gustas mucho, sigo tu blog y leo tus poemas. Eres una niña moderna.

Si me contestas puede ser el comienzo de una hermosa amistad secreta y deportiva. Tengo que decirte que paso de los treinta y cinco pero no llego a los cien y que llevo la barba afeitada.

Añado que no soy guionista y que jamás manejé una cámara de vídeo. No soy zurdo. Pero he leído filosofía por un tubo. Yo seré tu John Donne.

Toda nación necesita la tumba de un cadáver anónimo sobre la que dejar flores y baba. Yo soy ese cadáver. Nosotros calentamos el café en la llama eterna de esa tumba ridícula. Apagaremos esa llama como Gulliver el incendio del palacio.

¿Te parece lógico que Venus obedezca a unas leyes matemáticas? Pero no te confundas, no estoy enamorado.

Porque en el fondo me eres indiferente y además ni siquiera me conoces. Tengo que ordenar mi soledad. Si me declararas tu amor, te rechazaría. Olvida estas palabras que nunca se dirigieron a ti. No me interesas.

Contéstame, anda.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*