La nueva colección de Satori Ediciones (especializada en la cultura japonesa, y con un catálogo para quitarse el sombrero) apuesta por las antologías sobre el haiku. Los dos primeros títulos se centran en una selección (70 poemas cada uno) de los prestigiosos Matsuo Bashō y Natsume Sōseki. Hoy comentamos el primero y pronto comentaremos el segundo.
Por sendas de montaña da título a una edición traducida, preparada y anotada por Fernando Rodríguez-Izquierdo. El esfuerzo de Satori es notable: no basta con colocar en la página los poemas traducidos, sino que los podemos leer en japonés, y cada uno de ellos incluye comentarios del traductor, tanto en lo que se refiere a la interpretación del poema como a ciertos detalles de los términos japoneses de traducción ambigua. El arte del haiku es algo muy difícil, aunque estos textos breves parezcan sencillos: se trata de pequeños fogonazos, de impresiones sobre la naturaleza o los estados de ánimo, y deben cumplir con las reglas de una métrica invariable. Os dejo con unos cuantos (eso sí: traducidos y sin notas):
Por sendas de montaña
encontré algo sublime:
la silvestre violeta.
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Canas me arranco;
y bajo mi almohada
un grillo canta.
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Sabor antiguo
de un siglo da al jardín
la hojarasca en montones.
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Después de tanto, sigo
en pie: tal la flor seca
del carrizo, en la nieve.
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Brilla un relámpago;
y entra en la sombra el grito
de la garza nocturna.
[Satori Ediciones. Traducción de Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala]