(Ilustración de Jiri Kolar : Birds)
El agua fluye desde el grito
espasmo o corriente de sangre
que alimenta los ojos vivos
fuego
y pestañas de umbría.
Me quemo como el papel
mientras aúlla la espina del deseo dormido
y el incendio es agua:
ronquido exacto perdido
restallido en el pecho
del pájaro que acuna la roca.
La sangre es su nuevo hogar
y el líquido siempre apacigua
a la madre Tierra,
incluso si el lenguaje ya mudo
del pájaro-roca
da indicios
de un próximo desastre.
Incluso si su diminuta garganta
canta a la tragedia
y sus largas patas como largas llamas
abrasan el umbral tierra-cielo.
El agua siempre deconstruye el espanto.