Pffff.., hay actores que no soporto. Todo lo contrario de lo que me pasa con Alberto Closas, Hector Alterio, Michael Caine, Trevor Howard, Ricardo Darín, Pepe Isbert, Jude Law, Sean Bean o Liam Neeson, por poner unos pocos de los primeros ejemplos que me vienen a la cabeza de actores a los que siempre me gusta ver en una película.
Seguro que cada uno de nosotros tenemos nuestras fobias actorales. Aquí van las mías:
Dirk Bogarde. Uno de los grandes maestros de la escuela interpretativa de la inexpresividad. Tecleen "Dirk Bogarde" en Google Imágenes y podrán comprobar que tiene el mismo careto en todas las fotos. Ver a este actor hacer de nazi en Portero de Noche era un poema. Aunque las tetas de Charlotte Rampling también daban cosica.
Michael Ironside. Es el espíritu de los 80 hecho carne. Es un calvo con pelo a los lados (un pecado imperdonable). Se supone que fue el tipo malo de las películas malas de la más mala década cinematográfica de la Historia. Llegó a su cima en Desafío Total. Con eso está todo dicho. Para mí siempre ha tenido cara de director de sucursal bancaria amargado.
Ex aequo con Brion James, otro calvo ochentero con pelo a los lados de la cabeza que me pone malo.
Bill Pullman. Creo que ya he contado esto alguna vez: Bill Pullman co-protagoniza la que dicen que es una de las más inquietantes escenas de la Historia del Cine pero que, para mí, es una de las más hilarantes, porque tras ver esto...
... mi amigo R. exclamó "¡dale una buena hostia y ya verás si está aquí o está allí!". Y claro, se rompió la supuesta magia del momento. Anécdotas personales aparte, la mirada de este pollo me incomoda. Está siempre como medio sonriendo, ¿qué cojones le pasa?. Lleva el mismo peinado en todas sus películas desde hace 20 años.
Klaus Maria Brandauer. Es una mezcla de Dirk Bogarde y Bill Pullman: siempre la misma cara, siempre sonriendo, siempre el mismo peinado. Tiene los ojos como los de los tiburones: muertos.
Woody Harrelson. Es que tiene cara de tonto. Por eso lo hizo tan bien en Cheers. Imposible para mí imaginármelo en otro papel que no sea haciendo de tipo corto de luces. ¿Se acuerdan de los caretos que ponía en Asesinos Natos?. Jajaja, qué descojone. Iba bien acompañado por otra oligofrénica de similar calibre en aquel engendro de Oliver Stone.
Tom Sizemore. Va de tío duro pero tiene cara de blando. Y he ahí el problema, porque está encasillado en papeles de tío duro. Da el pego escondido entre grupos de malotes (como en Heat, Salvar al Soldado Ryan o Black Hawk Derribado) porque algo se le pega del resto de la manada pero, si yo fuera guionista de Hollywood, Tom Sizemore sería siempre el primero en caer acribillado a balazos.
Paul Giamatti. Su careto me repele. Creo que hincha sus carrillos para parecer más interesante pero lo que consigue es parecer un perro. Solamente guiones excepcionales como los de Entre Copas o Win Win, logran que yo tolere su presencia en una pantalla. Pero en cosas como puedan ser Templario o Shoot´Em Up está pa´ matalo.
Jeremy Irons. Joder, qué tío más triste y más limitado. Cuando lo veo aparecer en una película siento como que me falta el aire. Manolo García, actor español que le dobló en Jungla de Cristal III, consiguió, gracias a su buen hacer, que odiase a Irons un poquito menos pero, así y todo, Jeremy Irons me parece que es, probablemente, el mayor fraude actoral ever (su equivalente femenino es Julianne Moore).
Ex aqueo con James Woods, el puto amo de la inexpresividad.
Y dos Jóvenes Promesas:
Orlando Bloom. Esta mediocridad con patas ha tenido una suerte inmerecida. Es lo que tiene gustar a las quinceañeras. Enganchó un par de sagas cinematográficas de éxito (ESDLA y Piratas del Caribe) que, a lo peor, le llevaron a destrozar películas como Troya o El Reino de los Cielos (unas películas que no son tan malas como el autorismo proclama)...
... y Hayden Crhistensen. ¿Qué le pasa a este tío?, ¿tiene alguna enfermedad crónica o qué?, ¿hepatitis?. Siempre luce como triste, como si tuviera bajísimo el nivel de hematocrito. George Lucas se cargó los nuevos Episodios Galácticos por muchas razones que van desde el aburrimiento que producía la historia que contaba, pasando por el bicho ése que todos odiamos y etc, etc. Pero, en mi opinión, el fallo más garrafal fue el hacernos creer que Darth Vader había tenido este careto de joven:
Hala, ya pueden soltar sus pestes en los comentarios si así lo desean. Les dejo con Michael Caine que les va a dar un recadito de mi parte: