Tres jueves hay en el año
que relucen más que el sol:
Jueves Santo....
El herrero, cansado ya de tanta nube,
se encerró en su taller
y fabricó un astro con sus propias manos.
Hubo quien no estuvo de acuerdo y lo acusaron de osadía.
Otros, sin embargo, lo calificaron de hecho histórico y hablaron de componerle un cantar de gesta.
Los más sabios, que comprendieron que se trataba -no más-, de un consuelo pasajero, callaron.
Todos lo son.