era
Eleanor Parker!!!.
Aquí estaba menos guapa:
Pero es que su personaje las pasa canutas en esta estupenda prison movie que hoy les recomendamos: Sin Remisión (Caged). Una película perteneciente al subgénero del drama carcelario de denuncia del sistema penitenciario que aparece como un cruel reflejo de uno los peores males de la sociedad moderna: la deshumanización de los mecanismos que deberían civilizar nuestra convivencia.
Ante la eterna cuestión de si la pena de prisión debe ser simplemente un castigo que sirva de escarmiento al criminal o si la cárcel debe ser el entorno de reeducación que propicie la reinserción del delincuente, el director John Cromwell tomó claro partido por esta segunda filosofía en su estupenda Sin Remisión, otra más de las bienintencionadas producciones de "realidad social" de la fórmula que la Warner Bros. inventó en los años 30 para amortizar la Gran Depresión.
Dentro de la claustrofóbica prisión de Sin Remisión encontraremos estos seis ingredientes principales que, hoy día, recibirían el calificativo de clichés, pero que hace 63 años fueron, sencillamente, las bases sobre las que después se han sustentando tantas y tantas películas:
1.- Una jovencita de 19 años, embarazada de dos meses, condenada a una pena de entre 1 y 15 años por colaboración en un atraco y robo de 40 dólares.
2.- Una vocacional directora de prisiones (Agnes Moorehead) militante en eso del trato humanizado y segundas oportunidades para las reclusas.
3.- Una celadora corrupta y sádica (Hope Emerson).
4.- Una hermandad de reclusas víctimas del machismo de la sociedad en la que les ha tocado sufrir.
5.- Unas altas esferas de políticos y funcionarios a los que dichas reclusas les importan un bledo.
6.- Unos bajos fondos mafiosos que encuentran en las prisiones el caldo de cultivo idóneo para reclutar nuevos miembros entre unas mujeres que padecen de desilusión y desesperanza crónicas.
¿Hace falta contar algo más de la trama?. Este guiso lo sabemos cocinar todos.
Pero, seguramente, no tan bien como lo hizo el estupendo director norteamericano John Cromwell (especialista en esto del melodrama) que filmó esta historia en tono de realismo hollywoodiano y look de cine negro (estupenda fotografía de Carl Guthrie).
De la misma forma que la magistral Soy un Fugitivo es la decana de los dramas carcelarios para varones, Sin Remisión ha sido proclamada la gran película y, hasta donde yo sé, la pionera del drama carcelario femenino (antes de que este subgénero degenerase en el aberrante sexploitation del women in prison).
No se pierdan Sin Remisón. Es una película muy buena y muy socialdemócrata.