Hitchcock es una película irregular en la que su director, Sacha Gervasi, ha intentado hacer algo parecido a lo que logró Tim Burton en su obra maestra Ed Wood: retratar a un director mediante los rodajes de sus películas; aunque aquí Gervasi se centra en la preproducción, rodaje y postproducción de un único título: Psicosis. Poner en marcha el proyecto de la adaptación de la novela de Robert Bloch es la excusa para hablarnos del sentido del humor macabro de Hitchcock, de sus travesuras, de sus relaciones de amor-odio con su mujer, de su devoción por las rubias, de su afán por provocar, etc. El mayor problema es que no ahonda tanto como lo hizo Burton (o como lo hiciera Clint Eastwood en una de mis películas favoritas del director: Cazador blanco, corazón negro, centrada en el rodaje de La reina de África).
Y, así, tenemos un filme que oscila entre unas cuantas virtudes (la espléndida interpretación de Helen Mirren como Alma, la gran mujer en la sombra, la esposa que soporta los arrebatos y las manías y las excentricidades de Hitch; el humor negro del guión e incluso el humor de la interpretación de Anthony Hopkins, que no es perfecta, y que tiene sus mayores logros en el acento con el que imita al director de Vértigo; las referencias a Los pájaros y a Con la muerte en los talones y a su “Alfred Hitchcock presenta”; los pormenores de un proyecto que todos consideraban descabellado, que resultan interesantes para quienes no los conocíamos) y unos cuantas debilidades (me pregunto si no hubiera sido más sencillo contratar a un actor obeso, como John Goodman, y así no tener que enterrar a Hopkins en toneladas de prótesis y maquillajes que podrían haberse ahorrado; lo poco aprovechados que están Biel, Johansson, D’Arcy… aunque al menos sí sacan partido de Danny Huston y Toni Colette, en mi opinión; las licencias que se toman con el personaje). Pese a ello, Hitchcock me gustó más que la gran decepción de la temporada: Gangster Squad, esa action movie que se mueve entre el homenaje y el plagio de Arma letal, Dick Tracy y Los intocables, entre otras.