El mundo se derrumba y nosotros nos morreamos
Todos atesoramos períodos de oscuridad. A veces duran años, o semanas, en ocasiones sólo son unos confusos y verdinegros segundos. Porque son tenebrosos, permanecen siempre en un cajón cerrado e inhóspito, como patrimonio de nuestra «cuenta B». Todos poseemos una, … Sigue leyendo