Queridos lectores de este blog:
A fuerza de planear grandes proyectos para el año entrante me he ido convirtiendo en un descreído.
No importa. El año que viene será distinto. El fin del mundo ha pasado pero todo sigue más o menos igual.
El calendario es caprichoso y estos días se cumple más que nunca eso de que más que vida vivimos un calendario. Vivamos el calendario pues. O al menos, sigamos un poco la corriente al personal de los matasuegras. Y huyamos en cuanto se den la vuelta.
Feliz 2013.
Os deseo lo mejor.
Y como no podía ser menos le deseo también lo mejor al mundo, y más concretamente a este trozo de mundo nuestro. España es cada vez más una película de Berlanga (en Navidad toca "Plácido"). Como decía mi hija en su carta a los reyes magos, y antes de detallar su conjunto de peticiones materiales, ojalá que nadie en el mundo pase hambre ni sed ni frío ni calor.
Ahí queda.
Un abrazo.
El administrador.
Puro bizarrismo del país.