Los Cristianos les robaron estas fechas a los Paganos, así que los Ateos tenemos el deber de arrebatárselas a los Cristianos y restablecer el equilibrio cósmico. La obligación de ustedes, estimados lectores y/o amigos, es no dar el asunto navideño por perdido y evitar un despliegue exagerado de su cinismo, nihilismo, anticonsumismo, laconismo, pasotismo y demás chorradismos porque lo cierto es que a ustedes le arrastra la corriente igualito - igualito que a todos los demás. Su vida es como un río que va a para al mar y no hay vuelta de hoja.
Sin embargo, hay que advertir que las Navidades (así, en plural, que mola más porque suenan más ateas) son más peligrosas que beberse un litro de mezcal a palo seco. Pero, pese a ello, mucha gente se las bebe de trago, a lo bestia, y pilla unas borracheras vitales y descomunales que les conducen a un estallido de violencia emocional que eclosiona, siempre inoportunamente, en alguno de estas cuatro fechas señaladas: Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Con lo que, en estos días, los enfrentamientos familiares o entre amigos son desagradablemente habituales. Y, ojo, porque los rencores navideños se enquistan en el alma y luego no hay cristo que arranque ese mal de las entrañas.
Y es que hay dos grandes males que envenenan las Navidades y que son los responsables de la saturación de nuestra capacidad de absorción y eliminación del stress: la hipocresía innecesaria (sí, existe la necesaria) y la ansiedad consumista (consumir, per se, es algo bueno). Por lo demás, las Navidades son cojonudas porque los niños y los abuelos se lo pasan teta, ¡¡¡que es de lo que se trata!!!.
Para combatir esos dos grandes males (me refiero a la hipocresía innecesaria y la ansiedad consumista, no a los niños y a los abuelos) que pueden fastidiarte unas fechas taaaaaaaan entrañables, aquí van 10 valiosísimos Consejos Gusanos para tratar a la Navidad como se merece.
1.- Déjate de boicots espumosos. No le bailes el agua a los tarados nacionalistas. Ni a los españolistas, ni a los catalanistas, ni a los paletos de tu comunidad autónoma que te dicen que el clarete de su pueblo es mejor que el cava o el champán. Bebe lo que te guste y que la decisión final sea consecuencia del amor (a tu tierra, por ejemplo: ¡¡¡beba cava aragonés que está mu güeno!!!) y no del odio (por la del otro). Yo, como siempre, me inflaré de sidra El Gaitero. Es buena, bonita y barata. Aunque, eso sí, la dorada mola más que la plateada.
2.- No regales nada a los adultos. ¿Qué cojones le regalaron los Magos de Oriente a San José?: nada. Pues que les den por el culo a los hombres hechos y derechos y que se compren esa puta tablet ellos mismos con sus mismos euros. Insisto: las Navidades son para los niños y para los abuelicos. ¡Ah!, y no compres nada más allá de las 18.00 hrs en Nochebuena. Si lo haces, eres, sencillamente, un hijodeputa al que espero que se le joda la puta cámara de fotos que ha comprado en la fnac a las 19.45hrs.
3.- Deja que cocinen aquellos a los que les gusta cocinar. No te agobies con este asunto, cada uno tenemos nuestro lugar en el mundo. Si el tuyo es comprar el pan y el vino, pues lo compras. Y si es hacer de chófer para tus suegros, pues lo haces.
4.- No veas Qué Bello es Vivir (que ya huele) y oblígate a ver, al menos, una de estas tres películas: Plácido, La Gran Familia o Los Mejores Años de Nuestras Vidas.
5.- No te disfraces de idiota o de fulana en Nochevieja. Vas a malgastar muchos euros valiosos en ropajes que no te van a servir para nada porque acabarás pareciendo un idiota o una fulana, aunque sea un idiota con corbata y una fulana con tacones.
6.- No cuentes calorías. ¿Eres mongolo o qué?. Trescientos sesenta días al año disponibles para hacer dieta y caes en la cuenta de que estás como una puta ballena precisamente en Navidades. Bueno, pues jódete y baila, maño. No nos amargues a los demás. Ya para el día dos de enero te pones las pilas, si eso y te comes toda la escarola que haya sobrado.
7.- No asistas a cenas a las que no quieras asistir. Es fácil. Es que no hace falta que te acuerdes de las personas o lugares de los que no quieres acordarte. ¿Quién cojones son los primos de León?, ¿dónde cojones está León?. La gripe es un gran aliado para este objetivo.
8.- Pon algún adorno navideño en tu casa. Muchos o pocos, eso da igual, pero deja que tu casa se integre en el entorno. Se lo debes. El espumillón es una preciosidad. No ahorques con una soga de espumillón al niño que llevas dentro.
9.- Come cosas normales. ¿Qué tienen de malo el pollo y los mejillones?. Déjate de centollos y patas de araña, pero ¿dónde vas?, si no sabes ni cómo coño se comen. Para los aragoneses: Ternasco asado con patatas, of course.
10.- No vayas de original. La Navidad no está para ser reinventada, cojones. Es una tradición. Tiene que ser perpetuada mediante la repetición a lo mantra dejando que las ligeras mutaciones naturales la hagan ir evolucionando, a lo largo de los años, sin estridencias. Fijaos bien este año en los belenes y veréis como tengo razón: aunque el Papa haya dicho una chorrada del calibre de "en el portal no había ni buey ni mula", los belenes seguirán teniendo su buey y su mula, ¡¡¡como dios manda!!!. Así que cómete las doce uvas con dos cojones (lo de los cojones es opcional) porque te advierto de que si eres uno de ésos que comen lacasitos o pistachos o mierdas así, será mejor que intentes permanecer lejos de mí durante las campanadas no vaya a ser que te caigan doce host... Ya paro, que me voy de la olla.
Bonust track: Escucha solamente villancicos cantados por alguno de los componentes de The Rat Pack, preferiblemente los de Dino. Son los mejores ever:
¡¡¡Felices Fiestas!!!.