Patacosmia llega a las ondas.
Lo que tanto temíamos, el proselitismo y la nueva evangelización, ha comenzado.
Ya no hay marcha atrás.
Lo siento por los niños. De nada servirá que los padres les adviertan del peligro de los hombres que les esperen a la salida de los colegios con un radio transistor sintonizado.
El daño ya está hecho. El aire de este invierno no sólo trae pulmonías y catarros. Es una enfermedad mucho más grave.
Ps: En caso de contagio puede llamar al teléfono de la Fundación de Ayuda contra la Patacosmización:
F.A.P.