¡Qué asco, en ciertos momentos de fatiga del escritor, tanto libro, tanto periódico, tantos ejemplares de cada libro y de cada periódico, tantos paquetes y paquetería, tantas montañas de papel tiznado por la impresión!... Preferiríamos, para lo nuestro, para nuestro esencial mensaje, un abreviado guarismo, un aforismo, la inscripción para una lápida, que pudiera quedar en letras de oro sobre mármol o piedra, lacónica, de cara a la eternidad.
Eugenio d'Ors, El Valle de Josafat