Mira y verás que los muebles se desvanecen,
que un armario es tan insustancial como una puesta
de sol,
que puedo ver a través tuyo,del tejido de tus hojas,
la luz detrás de tus venas; ¿por qué sigues sollozando?
Los días se escurren entre los dedos de la luz como polvo
o como entre los de un niño de arena.¿Rompes a llorar
cuando miras las estrellas? Cuando miras el mar
¿No sientes colmada la razón? ¿piensas que tu sombra
puede ser tan larga como el desierto? Yo soy un niño,
escúchame,
no inventé a los ángeles.Es fácil
ser un ángel,hablar desde más allá de mis ocho años,
estar investido de más autoridad vestal,y saber,
porque ahora participo de una sabiduría,no de un silencio,
con los tiranos de la tierra,con el hombre que apila harapos
en el chirriante carro,y da la vuelta a la esquina
en una plaza al atardecer.Medís mi edad equivocadamente.
No soy joven ahora,ni viejo,soy parte del músculo de un león
al galope,o un ave volando bajo,sobre cañas oscuras...