laura makabresku |
A nene de antes
¿Quién se va a ahogar en tu mar azul? Y yo sin saber nadar me tiraría de cabeza. A veces se trata tan sólo de un jardín lleno de flores secas y como depende de nosotros encontrar la belleza oculta, dispersa. Pájaros que trazan el cielo de tormenta y hacen que la lluvia desaparezca.
Un firmamento de nubes rosas que no puedo cerrar sus puertas. Y camino llena de amor tan sólo por conseguir tu risa fresca. Noches que son amaneceres y amaneceres que recuerdan las estrellas a veces rojas, también violetas de instantes fugaces que son eternos. Para siempre.
En la hermosura de dos cuerpos que han amado y renace la esperanza de un futuro de plata, en las palabras. Así vamos. Las manos llenas de llagas, marcas que sin embargo, besan con la fé puesta en la mirada de marfil, quizás coral con aroma a sándalo para esfumarse y bendecirnos, de aquí en más en nuestra esencia única e inmaculada que nos envuelve y estalla a través de un viento salvaje haciendo de nos, un poema.
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