Henning Mankell: Italian Shoes.
Vintage (2010), traducción al inglés de Laurie Thompson.
Este libro es adentrarse en una nevera, en una nevera un tanto surrealista y peculiar. Excelente para combatir el calor tórrido del trópico o contrarrestar la transpiración excesiva de mediodías estivales.
Mankell habla de soledad: ineludible, deseada, con la que se convive sin apenas un resquicio de desconfianza. Habla de amor: individualista, calculado, ajeno a afectaciones; mezquino, aunque sincero. Habla de sentimientos disueltos en la dureza del invierno escandinavo. De hombres solos. De mujeres solas. De gente sola. De personajes curtidos por el frío, porque eso es lo que hay: un manto grueso de nieve y hielo impasible. Bajo él, los afectos se reprimen o apenas salen a entibiarse a la superficie.
Queda un regusto a quietud pictórica, a emociones sepultadas, a reclusión y silencio. A paisaje de Giorgio de Chirico. En los pies del protagonista, unos zapatos italianos de calce perfecto hacen de la novela un cuadro de Magritte. Solo que nórdico.
* Publicado en español por Tusquets Editores (2007): Zapatos italianos.
* Publicado en español por Tusquets Editores (2007): Zapatos italianos.