Como un niño al revés, aprender a escribir quizá consista en desaprender a hablar. En ir desactivando automatismos, expresiones ajenas, conceptos heredados, hasta toparse con la pavorosa incertidumbre de cómo decir las cosas. Desde ese punto de vista, alguien que se declare experto en escritura sería lo contrario de un escritor.
Niño al revés
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