Fiodor Dostoievski: Memorias del subsuelo.
Si Gregor Samsa acepta sin comprender nada, este hombre cucaracha sabe más y algo sí entiende. Desde su alma lastimosa se hace grandes preguntas: ¿Y por qué no echamos abajo esa cordura, para que podamos vivir conforme a nuestra absurda voluntad? O: ¿De dónde sacan los sabios que el ser humano necesita ser virtuoso? O: ¿Cómo se puede desear algo conforme a logaritmos o tablas matemáticas?
No importa cuánto se eleve o exalte elucubrando, su torpeza y mala suerte lo devuelven invariablemente a las profundidades. Y en ese subsuelo oscuro, ¿de qué sirven las preguntas? Nos pesa ser de carne y hueso, dice. Hemos llegado a tomar la vida por un trabajo, dice. Nos persuadimos de que es mejor vivir conforme a los libros, dice. Pronto inventaremos la manera de nacer de las ideas, dice.
Y a golpe de pensamiento y realidades sobrevive el infeliz; atorado, sin rumbo, en el sumidero irracional de lo humano.