Génesis 1.4

Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.


-Joder, padre, cómo venimos hoy...

-Anda, Ramón, no me toques lo que no suena y ponme un vino.

Ramón abre la botella marrón de debajo de la barra y llena un vaso grande. El párroco se lo baja de un trago y da dos golpes secos con el culo del vidrio en el mostrador.

-Hala, otro.

Y así sucesivamente.

En la mesa redonda del dominó los paletas escuchan con mucho cachondeo a Paquito el de la Josefa.

-Ya os digo. Estaba la mar hoy de aúpa. Un brillico como de chispa por toa' la superficie. Pa' verlo. Venían como tres barcas desde el fondo, supongo que las de Galán o las de la Quinta Rubianes, a saber, con mil colores en las faldas a puro reflejo de oro en las espumas, el cuadro era pa' ponerse a pintar, si lo ve Marcial Piñero se parte en dos por andar de baja justo hoy, con lo que le va a ese lo del pincel. Y a las ocho como de costumbre las niñas de la téxtil con el bocadillo echando unas charlas y venga a tocarse el pelo. Hay que ver a la nena del afilaor', como se ha puesto, me cago en San Botón... Acordaos de que hace na' era un esqueletillo revoltoso... sí, sí. La Sarita, pos vaya dos tiestos, la Sarita, señoa' Sara es ya, y unas curvas de chóped por los flancos que ni la "Lolobrígida" esa. Y mira, to' ese sol y las nenas en corro con esos pelos largos al tuntún riendo como angelicos. Joer', chavales, se me iban a saltar las lágrimas. El Rafael ha escrito un poemilla de esos suyos que le hemos acabao' aplaudiendo... Con unas palabras, joer', cómo escribe el condenao' del Rafael... Llorando estaba el blando de Cascales. Si es que vaya cuadro, de verdá', qué luz, que colores, qué niñas, Hostia Puta. Si es que Dios cuando se puso se puso... Seis días dice que se tiró el Jefe el padre Antero, seis días, tú... Nosotros llevamos dos meses con el chaletito del maricón éste y cómo está quedando... jajaja

Y se ponen todos a reír escupiendo migas.

-¿Usté qué dice, padre?, ¿lo hizo bien Dios o no?

El padre Antero sigue de espaldas bebiendo sangre de Cristo a cubos en un ángulo de unos sesenta grados.

Paquito se pone en pie haciendo ruido con la silla y lo trinca del codo.

-Eo, padre, que digo que si lo hizo bien Dios o qué...

El padre Antero se gira de a poco con los ojos inflados, dos tomates con dos puñaladas, un largo hilillo de baba rosa desde el vaso a la boca.

-¿Pero tú has visto las flores del cementerio del Pinar como crecen de gordas y coloradas, hijo puta? Dios lo tiene todo estudiadísimo. Y ahora tira a tomar por culo, que estoy en mi rato libre.



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