Aventura
Salimos a comprar dos pijamas de algodón sin agujeros. Después fuimos a otra tienda para cambiar la máquina de café, que había desertado de cansancio. Después cenamos una rosca seca de pollo, tomate y queso. Después vimos un thriller noruego, Headhunters, bastante hiperquinético. Después volvimos a casa y nos tomamos un descafeinado tardío en la máquina nueva. Después nos acostamos a leer. Ella La sueñera, de Ana María Shua; yo Balada, de Marcelo Cohen. Después uno de los dos apagó la luz. Hacía tiempo que no viajaba tanto.