Tras su último gran libro de relatos, Hacerse el muerto, Andrés Neuman regresa a la novela con este Hablar solos, donde retoma el tema de la enfermedad, ya tratado en algunos de los cuentos de su libro anterior, profundizando más en él.
La novela se construye a través de tres voces que monologan: Elena, la madre; Mario, el padre; y Lito, el hijo.
Padre e hijo emprenden un viaje en el camión de su tío transportista. El niño siempre ha querido hacerlo pero hasta entonces era pequeño para realizar el viaje. Ahora que ha cumplido diez años se le permite ir. Pero la verdadera razón por la que va es porque su padre, enfermo de cáncer, quiere pasar un tiempo con su hijo; llevarse ese recuerdo cuando pase lo inevitable.
La madre, por su parte, lleva el peso de la narración. Su soledad presente mientras que la pareja anda de viaje, y viendo su soledad futura próxima, comienza una aventura con el médico de su marido basada en la violencia y la posesión como forma de redención. Además, a través de las lecturas compulsivas encuentra retazos de su vida.
Con una aparente sencillez, Neuman se adentra en la enfermedad, en la forma que tenemos de abordarla, en las consecuencias imprevisibles que ella conlleva. Una novela llena de inteligencia.