1
A Erika, siempre otra vez
Ahora, el tiempo siempre es viejo
también: permanecer entre la nostalgia y el día
como si de eso se tratara latir
apenas balbuceo del pasado
2
A Morena, porque la vida se llama: ser madre
Madre está herida, yo quiero sanarla
Madre se llama pájaro
mi nombre no lastima para siempre, le digo
entonces, pone una mano en el pecho y pronuncia
el primer recuerdo de saber quién soy
madre se cura y yo
tengo sus 22 años
3
Quiero morir el cementerio de flores que escribí
cuando apenas decíamos el mundo
quiero que el mundo sepa que el amor no se llama amor
y quiero que el amor no me sujete las manos.
He creado un cementerio donde podamos guardar las cartas.
La vida era eso, vivir desde lejos la flecha invisible que une,
amar lo siempre tumba.
4
De cómo empecé a escribir
Yo maté. Yo tenía 7 años y maté al pájaro.
Abuela me consolaba. Era un lloro enorme remover tierra,
escribir: adiós, plumas.
Entonces, dije un poema y perdón, era una carta.
Nunca más maté. Pero siempre respiro poemas ahogados.