Gonzalo Bénard |
Lo ves ahí, sentado, lo calienta mirarte
y vos tan putita pelás una banana
te vas metiendo de a trocitos en la boca
pensás: tragar tragar tragar, le voy a mostrar una teta
me voy a acariciar primero una
después la otra
querés ver si la tiene dura y se mete la mano
en el pantalón
y cómo abre los ojos
pensás, otra vez, hundirlo en tu boca
sentís, el espejo es un experimento
un falso acto donde ensayás sus manos
deslizándose por el pecho
entonces vas a tu cama
mirás de cerca el teléfono
lo vas a llamar
y te convencés: no pienses en el rechazo
ofrecele tus vísceras hasta que le dé repulsión tanto amor,
que lo atraviese.