Lunes, 6 de Agosto de 2012
Gemma viene de Barcelona y tiene 42 años y hace tres días descubrió a su marido en la cama con una buena amiga. Gemma llora en el coche-cama y no encuentra el pasaporte y tiene la piel lisa y sin marcas. Vamos, Gemma, vamos... ahora sabes, ahora sabes más que antes. Vamos, Gemma, ahora eres sabia. Gemma llora y no encuentra la pasta de dientes y dice por qué, por qué y se abraza a sí misma. Vamos, Gemma, ¿qué esperabas?, vamos, eres preciosa. Y no miento, aunque el amor haya convertido a esta mujer en un montón de carne rota.
***
Qué verso, aquí. El abismo blanco. La eterna caída. ¿Cómo cerrar este poema que hace de la muerte una maestra, que cuestiona el sentido de la vida? Antes de que acabe el plazo de entrega. Antes de una semana.