El 11 de Noviembre de 1918 el gobierno de la recién proclamada República Alemana firmó el armisticio con los Aliados. Se ponía fin a la Primera Guerra Mundial que se llevó por delante la vida de casi 20.000.000 de seres humanos.
La firma del tratado de paz tuvo lugar a las 05.00 horas y en ella se acordaba que el cese definitivo de las hostilidades sería a las 11.00 horas de esa misma mañana.
Durante aquellas 6 horas murieron
13.000 soldados.
Los culpables de esas inútiles y absurdas muertes tenían nombres y apellidos. Fueron oficiales que quisieron aprovechar la Guerra hasta su último minuto: bien para castigar al enemigo, bien para apurar sus últimas oportunidades de ascenso, bien para conquistar algunos metros de tierra que iban a ser devueltos a los alemanes al día siguiente.