La estación Dorada

No sé si es un martirio o una gloria
pero tú y yo -nerviosos-
                                       nunca supimos separarnos.

Dicen que los amores tienen
primavera y verano
que suelen alargar un dulce otoño,
Definitivamente, loco, no creo
en ese juego extraño.
Creo en ti y en mí vive la vida
que siempre siempre
                                acabamos besando.

No sé si es una gloria o un martirio
pero tú y yo -nerviosos-
cada vez hemos vuelto a enamorarnos.
Estoy aquí y espero tu sonrisa
que vuela gris y roja como el talgo.
Para mí sólo existe una estación,
amor, sólo un abrazo.

Ángeles Mora

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