mundo hermoso



crista smith




Un día el disparo fue certero:
la bala hizo nido dentro
de mi pecho.

El mundo es demasiado hermoso para soportar la inmundicia que desprendo. La decadencia de mis manos que no saben obrar más que batallas perdidas. El silencio: soy la furia contenida, incapaz de expresar amor o dolor, por partes iguales.
Las noches azules, carentes de perfumes o mugre, por ejemplo. Suciedad de cuerpos que se destrozan y arman de nuevo, bajo techos húmedos y suelos polvorientos.
Ventanas abiertas en los cielos de otros, bendiciendo esa entrega arrojando estrellas a sus ojos. Y qué vacío mi firmamento de este lado, por comparar apenas.
No queda otra opción más que la muerte dulce. Tal vez una canción que arañe el recuerdo distante a la belleza que nunca tuve o que tímidamente, insinué en breves ocasiones. Quizás cerrar los párpados y rezar por un poco de luces entre tanto mar y horas.





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