Sé que no voy a hacer amigos escribiendo esto…
De 276 a 224 páginas. Y continuamos corrigiendo…
Pero llevo tiempo dándole vueltas al asunto y he llegado a la conclusión de que ya está bien de tanta tontería…
Última corrección del manuscrito de esa novela que terminé hace dos meses…
De alucinar por el modo en que la escritura de una novela se retransmite en las redes sociales como si fuera un partido de fútbol…
400 páginas. 40 más para el punto final. Sabor a triunfo. Y satisfacción…
Convirtiendo semejante “acto” en una ardua tarea que ni los 12 trabajos de Hércules…
Una jornada explosiva de teclas…
Donde lo importante parece ser la cantidad de lo que se escribe… porque la calidad ya se encarga uno mismo de ponerla por las nubes…
1.500 palabras más de mi estupenda nueva historia que abrirá mi nueva etapa como novelista. Van 18.000 palabras…
Donde, gracias a Internet, cualquiera publica sin nadie que le diga lo que está bien y lo que está mal, donde cualquiera dice ser capaz de “editar” una novela, maquetarla o diseñar una portada… Donde se realiza un trabajo no remunerado…
Hoy mi novela gratis…
Que devalúa el proceso artístico…
Regálame un like…
Y te devalúa a ti. Porque lo importante no es escribir algo de calidad, sino ganar “adeptos”, alimentar tu ego y quejarte porque nadie valora lo que haces…
Otra nueva negativa de una editorial… ellos se lo pierden…
No. Te lo pierdes tú. Porque lo primero que deberías hacer es descubrir si tu objetivo es escribir… o publicar.
Tengo 13 años, he escrito una novela pero ninguna editorial quiere publicarla…
Y entonces llueven los consejos de autoedición y demás tonterías. Cuando lo importante es seguir escribiendo y peleando. Leyendo. Creciendo. Enfrentándote a las dificultades…
Espero que alguien valore todo el trabajo de investigación, la recopilación de datos y el esfuerzo de unirlo todo…
Porque todavía no he leído nada como: “hoy he servido 40 comidas y doblado 20 mesas”, o “he puesto 240 ladrillos a tope y terminado con cemento hasta en el agujero del culo” o “he limpiado la mierda de un hijo puta y he dejado el váter como los chorros del oro”… Porque escribes porque quieres. Porque no es esto lo que te da de comer, ni a ti ni a tu familia. Porque escribir no te convierte en ningún héroe, ni en un apóstol, ni en nadie imprescindible en caso de un Apocalipsis…
Qué ardua es la tarea de corregir una novela. Todo cuenta con tal dar con esa mejor versión de mí mismo y de mi propia obra…
Porque no valoras tu trabajo ni el que supone sacarlo a la luz. Antes te dejabas los cuartos en fotocopias, canutillos, envíos certificados… así que debías estar convencido de que merecía la pena. Ahora mandas un mail. Así que… ¿qué más da? Puedo haber escrito un truño monumental, pero lo mismo suena la flauta… No te cuesta nada. Y si publicas en cierto sello, tampoco. Así que, ¿qué tienes que perder?
En los próximos días sale a la venta otra de mis novelas. En esta ocasión consta de 70.000 palabras, o lo que es lo mismo una novela «corta». Son unas 270 páginas a toda máquina.
Y el lector pilla cacho… porque le sale gratis o por el precio de un par de botijos.
Lee y olvida.
Y si algún día quiere leer otro libro y ve el precio se lleva las manos a la cabeza.
Joder, qué caro…
Y busca algo gratis… o pirata.
Lo estamos haciendo de puta madre. Porque cuando escribes algo como…
Hoy he escrito el capítulo más difícil de mi vida como escritor y he salido airoso con creces…
Vas y te lo crees.
Porque hay quien le da al “me gusta”. Y ya llevas quince.
Ole tus huevos…
Hasta tienes una legión de fans.
Ahora es cuando recuerdo uno de esos refranes de “padres”:
Dime de qué presumes y te diré de qué careces….
Se busca la inmediatiez. Como en Gran Hermano, Operación Triunfo y sucedáneos… El esfuerzo pierde valor en virtud del exhibicionismo…
Pues muy bien.
Cuando sumes un millón de likes pregúntate para qué coño sirven, cuantos de quienes te lo han dado te han leído, o si no lo han hecho para que tú le des un like a ellos…
Pregúntate para qué cojones quieres ser ESCRITOR…
Digo yo que algo de satisfacción reportará, si no, no lo harías……..
Al parecer es época de «estoy hasta los webos»
Besos y por favor no lo dejes nunca 😉
¡Diana! Has dado en la diana. Y también eres muy valiente, porque ya sabes que con este artículo te has enfrentado a todos los demonios de la vanidad y sus secuaces, los trolls de Internet y Redes Sociales. ¡Bravo!
Q bueno! «Menda lerenda» .. Me has dejado «perpleja» …
Q cierto es … Buscar el «like» ..
Y me sumo a los anteriores comentarios , … Valiente … y contra viento y marea.
Creo q siempre nos gusta lo q escribes, por como lo cuentas. 😉
Con eso lo digo todo.
Saludos
No sé, me cayó medio pesado el post. Nunca he caído en el exhibicionismo, pero sí he pensado en algún momento cosas como «Mierda, este capítulo es difícil de escribir» y no me siento pobre, ni mediocre al momento de hacerlo.
También no sé cual es el enfoque o la discriminación que se hace a quiénes no viven de la escritura. Si eres inútil y no sabes hacer nada más pues es tu problema.
En lo que sí estaré siempre de acuerdo contigo es en que la escritura ha sufrido un bajón en estos últimos tiempos. Con cosas como «Mi novela gratis por un día» Pienso que los escritores deben ser como los viejos escritores, escribían por que les gustaba escribir, no pensaban en el dinero, ni en la fama al momento de hacerlo. Escribían por convicción, basta con ver algunos famosos escritores que no necesariamente se hacían una fortuna por publicar historias de vampiros. En fin, quizás sentí tu post pesado porque yo de cierta forma disfruto al momento de escribir y tú lo ves como de una manera algo pesimista. Al menos eso aprecio en tus letras.
Saludos.
Te mereces un aplauso, pero que que no se te suba a la cabeza jajaja. La de veces que habré pensado es esto mismo. Opino que los buenos escritores no tienen tiempo para estar cada veinte segundos publicando en Facebook sus «progresos», más bien dedican el máximo de horas a trabajar sus escritos.
No sé si los comentarios que incluíste son reales o no, pero recuerdo uno que leí hace tiempo y me dejó impactada. Si mal no recuerdo decía algo así como: «Acabo de escribir una escena de mi novela y he llorado al emocionarme con mis personajes». ¡Toma castaña!
Un saludo.
Se te olvida mencionar la portada ¿O eso queda para otro capítulo? Editar un texto es como cambiarle los pañales a tu hijo. Al que le disguste eso, no sirve como escritor.
Saludos
El post está muy denso… las redes sociales sirven y ya, a muchos le preguntan que cuántos seguidores tienen antes de siquiera pedirles el manuscrito. Hay que aprender a bailar los nuevos ritmos y sin drama. Todos queremos los «quince minutos de fama» y muchos lo obtenemos gracias a las redes sociales. Yo soy de las que celebro mis triunfos de escritura en internet, por dos razones: debo mantener «el electorado» y vivo en un lugar alejado de mis amigos (totalmente alejado, cero oportunidad de juntarme a un café).
Mi editor me ha pedido una lista de todas las plataformas que tengo, antes del próximo lanzamiento por si hace falta abrir alguna…
O sea, como dicen los argentinos «relájate y gozá». Y más seguridad en tu propia escritura, no debería competir con otras escrituras (gratis, autopublicadas, posts de otros, ¿para qué?)
¡Salud!
Muy de acuerdo
La satisfacción de escribir, por escribir, por sentir y poder expresar. Ni más ni menos. Yo siento un vacío cuando pasa el día y no pongo alguna idea en los caracteres, no me veo a mí misma en el espejo de la pantalla en blanco. Aunque después de ponerlos me parezcan estúpidos. Por el mismo oficio aunque no espere likes o reconocimientos. Llevo escribiendo como veinte años y no he publicado nada, hasta ahora me han aconsejado que lo haga y estoy por hacer la primera entrega. Qué más da.
Para mi, con tu artículo, tu has hecho exactamente lo mismo que criticas. Creo que has generalizado demasiado y si bien es cierto que hay miles de pseudo escritores subidos a la parra que se conforman con cien mil likes, también opino que hay gente que aunque actualice su estado con «llevo 20 páginas» o «al fin terminé de corregir mi novela» no significa que se crean semidioses en la tierra resucitados por el todopoderoso Ra.
Tu has tomado esos ejemplos y has hecho un post, ¿para qué? En realidad tampoco das ningún consejo para no venirse abajo cuando alguna editorial te rechaza o ánimos para lanzarse a autopublicar -por ejemplo-, entiendo lo que quieres decir con tus palabras pero tu las has utilizado en tu propio beneficio, ahora explicame la diferencia entre eso que tu haces y lo que hacen los señores y señoras que a bien tienen hacerse publicidad (del tipo que sea) así mismos en SUS redes sociales.
Buen post, saludos
No te tomes la vida tan en serio Juan Luís. ¿Qué más te da para qué quiere nadie ser escritor? ¿Qué te importa si un@s quieren megustas en feisbug y otr@s sueñan con el premio Nobel? ¿O que ambos deseos se aúnen en la misma persona? ¿Por qué te quita el sueño lo que cada un@ haga con su vida y con sus habilidades para unir palabras dentro de frases con mayor o menor sentido? ¿O acaso en tu interior anida la idea decimonónica de «escritor» como la persona que gana su sustento a base de escribir (es decir, persona nacida en una familia con suficientes recursos económicos como para permitirse dedicar su vida a escribir sin necesidad de buscarse el sustento)? ¿Es escritora Erika James por vender millones de copias de pura bazofia en forma de sombras de Grey y ser escogida por ello como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time? ¿No lo era Franz Kafka que no publicó una linea en vida y cuya última voluntad fue que se quemasen sus manuscritos? ¡Vamos hombre! ¡Déjate ya de prejuicios! Abre los ojos al mundo que te rodea, a la inmensa democratización de la red. Que cada un@ tenga su minuto de gloria (como anunció Andy Warhol) no debería quitarte el sueño. Al fin y al cabo, sus caminos, virtuales o reales, no deberían cruzarse con el tuyo, más puro y cristalino, más acorde con los cánones pre-existentes acerca de lo que debería y no debería ser un escritor (de las escritoras ni hablas).
Un saludo Juan Luís. Que el señor Lara te colme de dicha en su próximo Planeta. Mientras tanto otr@s escribimos por el puro placer de hacerlo, de sentir que tenemos algo que plasmar sobre un espacio delimitado de blancos píxeles, sin preocuparnos por lo que hacen o dejan de hacer l@s demás, por lo que leen o dejan de leer, por los clics que hacen o dejan de hacer en los megusta que rápidamente desaparecen antes de ser siquiera vistos por nadie.
Debo decir que estoy muy de acuerdo con los dos últimos comentarios, los de Mónica y Amador. Si bien es verdad que las redes sociales han provocado que cualquier persona, escriba bien o mal, pueda publicar, yo no veo que haya nada de malo en ello, pues es un sueño para muchos y plataformas como Amazon pueden ayudar a hacerlo realidad. ¿Que luego muchos de esos libros andan escasos de calidad? No dudo que sus autores o autoras acabarán por darse cuenta con el tiempo, pues si algo tiene el oficio de escritor es que se aprende día tras día, siempre, sin descanso. Y, como ejemplo, expongo brevemente mi caso; escribí mi primera novela a los quince años y pensaba que era perfecta, inmejorable, absolutamente fantástica. Ahora tengo veintitrés y sé que esa novela tiene tantísimos fallos, que la estoy reescribiendo desde el principio. Que esté quedando bien o mal ya depende de cada lector, pero yo, como escritora, me siento satisfecha con el resultado que está saliendo.
Y sí, me gusta eso de comentarlo en las redes sociales. ¿Qué hay de malo? Cuando acabo un capítulo, me gusta comentarlo. Cuando sobrepaso un número de palabras que me parecía que no iba a poder alcanzar, lo comento también. Cuando escribo una escena que me rompe por dentro, lo digo y ya está, porque en eso consiste el ser escritor, a fin de cuentas, ¿no? En sentir lo que escribes, el emocionarte con cada línea y el ver cómo los personajes cobran vida y siguen su propio camino en lugar del que tú les habías marcado. Al menos, así es como lo veo yo, y también la mayoría de escritores, más o menos conocidos, con los que mantengo el contacto. Cosa que hago a través de las redes sociales por la simple y sencilla razón de que vivimos en puntos diferentes de España, así que, ¿qué otro modo tenemos de conocernos, de charlar, de dar a conocer nuestras obras? Las redes sociales son un método, a día de hoy, indispensable para promocionar algo, ya sea una novela, una canción, una película…
El caso es que pienso que has exagerado en este post. Has metido a todos los escritores en el mismo saco, cuando la realidad es que la mayoría simplemente comentamos nuestros avances por el puro placer de hacerlo, por ver que nuestra historia va tomando forma, va avanzando, va siendo una realidad. Y esos comentarios que has ido incluyendo, cual si los dijese alguno de los escritores que solemos hacer esto, son muy generales, como si absolutamente todos nosotros nos lo tuviésemos muy creído. Como si el hecho de escribir nos hiciese mejores personas que aquéllos que trabajan en la construcción, en la docencia o donde sea. Y ya te digo yo que no todos somos así. Yo no me creo mejor ni peor que nadie, ni pienso que tal o cual escritor o escritora sea mejor o peor que yo. ¿Qué hay de malo en hablar por internet de nuestras novelas? ¿Qué hay de malo en decir que hoy hemos escrito X palabras? No lo comentamos como si fuésemos los amos del mundo, ni tampoco por conseguir millones de likes (al menos, yo jamás busco que me den likes; de hecho, me dan exactamente igual). No sé, pienso que quizás te has topado con autores que sí se creían superiores y ya, con eso, has generalizado. Y generalizar nunca está bien (valga la redundancia).
En fin, siento haberme extendido tanto, pero espero haberme explicado con claridad.
Sigue abierto el debate. Y está muy bien. A los que habláis de auto publicar, sobre todo los más jóvenes, y siendo obvias las ventajas… se os esta privando del mayor aprendizaje: el rechazo. El «si esta no gusta… escribo otra». Y otra. Y otra. Las que hagan falta. Pero no, escribo una y si no me la publican… la publico yo. ¿Donde están la autocrítica y el sentido común? Tenéis tantas ganas de publicar que os olvidais de lo más importante: para qué escribís. Pero las opiniones son como el culo, cada uno tiene una. Así que cada cual haga lo que quiera.
¡Bien!¡Audaz!