Saber comer. 64 reglas básicas para aprender a comer bien

Michael Pollan

2013

Debate

Lo más importante de las reglas es saber cuando hay que saltárselas, y eso ocurre también con las reglas para aprender a comer bien que propone Michael Pollan, él mismo lo dice al final del libro: sáltate las reglas alguna que otra vez. Pero eso sí, es importante tener buenos hábitos, no ya por cuestiones estéticas, debido a que impera la delgadez como canon de belleza, lo cual no debe condicionarnos, sino por salud y propio bienestar. Como casi todo en la vida, es una elección más. Todos sabemos comer, lo que nos gusta y como nos gusta, es subjetivo, ahora, algunos consejos no nos vienen mal. Podemos estar seguros de una norma, hay que disfrutar de la comida.

Es un libro fácil de leer que nos muestra que comer bien no es tan complicado, sino que todos somos capaces de conseguirlo si estamos motivados. Algunas de las normas que plantea pueden parecer de sentido común o que ya sabíamos, pero las comenta de manera natural, simple, de tal forma que nos puede ayudar a interiorizarlas. El libro se ordena en tres apartados, ¿qué hay que comer? (come comida), ¿qué tipo de comida hay que comer? (sobre todo vegetales) y, ¿cómo hay que comer? (con moderación).

Algunos de sus consejos los conocíamos intuitivamente, aunque a veces cuesta esfuerzo seguirlos, por ejemplo: regla 46. Para de comer antes de saciarte, y es que se suele adoptar por costumbre todo lo contrario, y se para de comer cuando ya estás saciado o incluso cuando ya estás lleno y no puedes comer más, además de que cada persona tiene su debilidad, en mi caso principalmente: el chocolate y el pan, con lo cual procuro no excederme, tomarlos en ocasiones especiales, fines de semana o tomar chocolate negro sin azucares añadidos, pan integral…

Estas son mis reglas favoritas, vosotros también podéis descubrir las vuestras y mejorar vuestros hábitos, es un pequeño gran libro.

Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo, es una regla que creo que es muy popular y conocida, pero hay que practicarla, es una gran máxima.

Cocina tus propios alimentos, la salud de las personas que cocinan en su casa es bastante mejor que la quienes comen habitualmente fuera de casa, ya que en los restaurantes usan potenciadores del sabor en lugar de alimentos reales, que no son recomendables.

Toma una copa de vino en la cena, genial, paladear el vino, es un gran placer que ayuda a detener el tiempo arrebatado de todo el día.

Consume productos perecederos. “Los alimentos reales viven y mueren”, recuerda Pollan, “con un par de excepciones, entre ellas la miel, que ha llegado a aguantar intacta en las tumbas de los faraones”, una de mis preferidas es la miel de castañas.

Come sobre todo vegetales, en especial los que tienen hoja, es una regla que no me cuesta seguir, disfruto mucho con las ensaladas y verduras, para los escépticos hay múltiples aderezos, salsas e ingredientes para combinar.

Come despacio, es importante para poder saborear mejor los alimentos, Michael Pollan nos recuerda que los indios tienen un proverbio que dice “Bebe la comida y mastica la bebida”. 

Come cuando tengas hambre, no cuando estés aburrido, esto es algo que nos ha sucedido a todo yo creo, hay que ser conscientes de ello y evitarlo, porque total, solo acrecienta el aburrimiento y luego entran los remordimientos, no tiene sentido.

 No comas nada que no le pareciera comida a tu bisabuela, jijiji, es una buena máxima para recordar sino a tu bisabuela pues a tu abuela, que son el reflejo del sentido común y de la sabiduría en las cuestiones esenciales.

 Planta un huerto si tienes donde, sino una jardinera, me encanta esta regla, de esta manera se aprende a apreciar la comida de otra forma.

Bueno y por supuesto la regla estrella que ya he comentado, de sáltate las reglas alguna que otra vez, porque al fin y al cabo no somos máquinas programadas, por el momento.

Michael Pollan ha escrito otros cinco libros, entre ellos El detective en el supermercado, un gran éxito de ventas, y The Omniore?s dilema, que fue considerado uno de los diez mejores libros del año tanto por The New York Times como por The Washington Post. Ambos volúmenes recibieron el Premio James Beard. Michael Pollan colabora desde hace tiempo con The New York Times Magazine, y ocupa la cátedra Knight de Periodismo en la Universidad de California, Berkeley.

Por Violeta Nicolás