Dorothy Parker
Poemas perdidos
Nórdica
2013
Encontramos, en este sorprendente libro bilingüe –con una maravillosa introducción-, numerosos poemas que aluden en un tono paródico a la lírica clásica. La escritora manifiestamente detesta los tópicos, en torno a la poesía pero también acerca de la mujer ideal; lucha contra estereotipos que limitan su libertad como creadora y como persona inquieta. “Dama hermosa dama, delicada y dulce (…) No hay hombre con el que te cruces que no se enamore de ti/ dama hermosa dama, ¡ojalá te atragantes!”.
En algunos poemas y en este tono crítico con la tradición poética, como en los siguientes versos: “Más brillante que una estrella estival la mirada tuya;/ pero, hermosa dama, ¡mira que eres tonta!” observamos ciertas similitudes con la anti-poesía de Nicanor Parra, premio Cervantes 2012. También en estos versos: “Y grilletes de hielo amarran/ el soleado azul del arroyuelo…/ Y jamás me he encontrado mejor;/ pero ¿qué más te da ti?”. Se nos presenta cierta provocación en sus poemas, que cuestionan los cánones de la lirica, y aquello que puede ser calificado de intelectual o refinado, por una sociedad con velos de hipocresía. “Háblame de los elfos, que saltan para dar besos/ que triscan por la hierba aterciopelada. /Háblame de cosas así/ ¡y vaya si me aburriré!”.
La escritora Dorothy Parker, en 1935. / Hulton Archive
Podemos observar en general cierto carácter que podríamos considerar feminista, y una forma clara de expresarse. Es llamativo en Los versos del odio, su análisis y diferenciación de tipos de personas en tanto colectivos con lugares comunes, como pueden ser los bohemios por ejemplo, donde todo parece resultar detestable, desagradable y odioso, pero gracias a su particular manera de comunicarlo empatiza con quien lee, y puede causar, en efecto, más de una sonrisa, al terminar por parecernos dotados de una gracia especial.
Su voz aparentemente vulnerable se hace fuerte y no espera contestación alguna, a veces un lamento otras una reflexión, siempre pragmática o terrenal. Emotiva sin quererlo probablemente, pero por necesidad se refleja su fragilidad en sus versos, probablemente casi a modo terapéutico, reconstituyente. “Devuelve el corazón que regalete/ quedártelo jamás podrá arreglarlo/ ves: puedo sonreír y ser valiente”.
Me ha resultado las más de las veces original y divertida, en estos poemas, tan críticos con la sociedad de su momento, pero que siguen teniendo vigencia en la actualidad y nos llegan con frescura, la escritora estadounidense -poeta, dramaturga, crítica teatral, cuentista, guionista, humorista- no pierde la ironía ni el ingenio, en expresión de su marcado carácter.
Violeta Nicolás
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