«Una obra prácticamente sin trama con muchos efectos especiales y actores usados simplemente como objetos para ser cortados, acuchillados, destripados y decapitados«, eso decía The New York Times en su crítica de LA COSA (John Carpenter, 1982), una joya imprescindible de la ciencia – ficción que, como le ocurrió ese mismo año a Blade Runner