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Hay que cambiar la Ley Electoral

En las últimas elecciones generales se produjo un hecho bastante curioso. Unión, Progreso y Democracia (UPyD), la formación presidida por Rosa Diez, obtuvo más de un 1.100.000 votos (el 4,69% del total), gracias a los cuales tiene actualmente una representación de 5 escaños en el Parlamento de Madrid. Por otra parte, la formación Amaiur, a la que votaron algo más de 300.000 electores (el 1,37%), obtuvo, gracias a esos votos, una representación de 7 escaños en ese mismo Parlamento. Algo parecido le paso a Izquierda Unida (IU): sus 1.700.000 votantes le rentaron unos escasos 11 escaños, mientras que a la coalición catalana CiU, 16 escaños le «costaron» apenas 1.000.000 de votos.

Es decir, a UPyD, cada escaño le “costó” 220.000 votos, y a IU 154.000, mientras que Amaiur obtuvo un escaño por cada 42.000 votos, y CiU uno por cada 62.000 votantes. Perdonadme por abrasaros con números, pero es de lo que se trata, de hablar de números. Porque cada número que saldrá en este artículo significa una persona, y lo que yo vengo a denunciar aquí es que no todas las personas son iguales ante la ley, en este país que se las da de tan “democrático”. Así que para el parlamento, para la constitución, para Rajoy y Rubalcaba, los votantes de UPyD valemos 5 veces menos que los votantes de Amaiur. Tiene cojones la cosa: que mi voto valga cinco veces menos que el de uno al que la constitución, la ley electoral, el país entero y la vida de según qué personas (casi 1000 ya) le importan una puta mierda. Qué paradoja, ¿verdad?

Pero no nos desviemos de los hechos objetivos, que me caliento.

Aunque estos dos ejemplos parezcan los más «flagrantes», y aunque siempre que se habla de este tema salga a colación el problema de la concentración de votos de los partidos nacionalistas, si nos fijamos bien en los resultados del 2011, si sacamos la calculadora y nos ponemos a dividir votos entre escaños, nos podemos llevar algunas sorpresas, porque resulta no son solo los partidos nacionalistas los que se aprovechan de este despropósito: en realidad son los dos partidos mayoritarios, PP  y PSOE, los que salen más beneficiados.

¿Por qué ocurre esto? Pues porque el recuento de votos se hace a nivel provincial. Cada provincia tiene asignados un mínimo de dos diputados, y el resto se reparte según la población de cada provincia. Mientras en Madrid, la más poblada, hay en juego 36 diputados, en Guadalajara, la menos poblada, hay 3 (no cuento a Ceuta y Melilla). Si en Guadalajara votan 130.000 personas, para conseguir un escaño tienes que obtener casi 40.000 votos, que es una barbaridad. ¿Qué sucede entonces? Que el PP obtuvo 2 escaños y PSOE 1. Pero IU, con 9.000 votos (el 7%, nada menos), se queda sin escaño, así que son 9.000 votos tirados a la basura. A los 9.000 de Guadalajara le podemos sumar los 15.000 de Leon, los 54.000 de Cádiz, y así una por una todas las provincias donde IU no llegó a conseguir representación. El resultado es que los votos de mucha, muchísima gente, al final no son tenidos en cuenta. Se quedan en el olvido, tirados directamente a la basura. Pasa lo mismo con UPyD, y en menor medida con otros partidos.

La ley electoral actual tuvo cierto sentido en las primeras elecciones democráticas. Para evitar un parlamento ingobernable, con un montón de partidos minoritarios (antes había muchos más que ahora), para consolidar mayorías, para dar más voz a los partidos nacionalistas, no lo sé, se decidió aplicar la ley D`Hont, y elegir la provincia como distrito electoral. Este método de cálculo beneficia claramente a las mayorías, a los partidos nacionalistas (aunque menos), y perjudica a los partidos minoritarios de carácter nacional. Tanto UPyD, como IU, como el BNG, han presentado diferentes propuestas para cambiar la LOREG (ley orgánica del régimen electoral general), con diferentes matices en cada caso, pero siempre basándose en la Ley de Hare para asignar los escaños, que es una ley mucho más equitativa, y que se acerca mucho más al ideal de “un hombre, un voto válido”.

El gráfico expuesto compara los resultados de las elecciones generales de 2011 con los resultados según la propuesta de Compromis-BNG, que para mí es la más acertada. Basa el cálculo en la ley de Hare, y considera la Comunidad Autónoma como distrito electoral.

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Como podemos ver, el PP perdería 28 escaños (y la mayoría absoluta), el PSOE 8, IU ganaría 14, y UPyD ganaría 12. Algunos partidos minoritarios, como EQUO, que se quedó sin escaños, habría obtenido 3 (¡es que a este partido le votaron 215.000 personas y se quedó sin representación!). Los partidos nacionalistas, y esto es lo que más sorprende, prácticamente se quedarían como están. Un poco peor CIU, y Amaiur perdería dos escaños, vale, pero quedaría igual PNV, mientras que ERC y BNG ganarían un escaño con el cambio.

El problema es que para aprobar un cambio en la Constitución, o en la LOREG, se necesitan 3 quintas partes de la Cámara. Es decir, se necesita que PP y PSOE lo aprueben, cosa que, lógicamente, no están dispuestos ni a plantearse. Pero yo les voy a dar una razón para que por lo menos se lo piensen. Dentro de dos años, si las cosas no cambian mucho, ni Rajoy ni Rubalcaba ganarán con mayoría absoluta. Las encuestas son demoledoras. En el caso del PSOE no cambiaría mucho (hace dos años ya se pegó una bofetada tremenda), pero el PP (ojo, sin cambiar la ley electoral) podría perder hasta 30 escaños.

Entonces, señoras y señores del PP y del PSOE, si no cambian la ley electoral ahora, en el año 2015 el país va a ser ingobernable. Porque ya no podrán contar con el apoyo de los grupos nacionalistas. Ya saben lo que les van a pedir a cambio. No les pido que lo hagan porque es lo justo, les pido que lo hagan por el bien del país. Las mayorías absolutas han resultado ser un desastre, tanto con Gonzalez, como con Aznar, como ahora con Rajoy. Lo llaman democracia pero es una dictadura en toda regla. Los gobiernos de coalición han funcionado más o menos bien, pero eso ya no se volverá a repetir, ya que los partidos nacionalistas ahora solo piensan en la independencia, y no se puede contar con ellos para hacer política de Estado porque el Estado les importa un pimiento. Cosa que no sucede con UPyD, o con IU, nos gusten más o menos sus propuestas, o con otros muchos partidos minoritarios que con la ley electoral actual nunca obtendrán representación, y que son la opción de un montón de personas con ideas distintas, que quieren sumar, y no restar.

Señor Rajoy, señor Rubalcaba, sean generosos y cambien la ley electoral. Les va a perjudicar, sí, y seguramente no vuelvan a tener mayoría absoluta, pero es lo justo, y a cambio tendrán un parlamento con la voz de todos esos españoles que están despreciando ahora, que según mis cálculos son más de dos millones de personas, cuyo voto lo aprovechan ustedes para obtener una representación que no les corresponde.

 
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2 de respuestas

  1. Antonio Pérez Lasheras

    Pero no se dice nada de las circunscripciones electorales, que son, en gran medida, las que posibilitan esas mayorías. Provincias como Huesca, Teruel, Segovia y otras en las que solo hay tres diputados y con un treinta por ciento de los votos, el partido más votado se lleva el ssetenta y cinco por ciento de los diputados. Es necesario ir a circunscripciones más amplias. Por ejemplo, en Aragón, para menos de un millón de votos, no hacen falta tres provincias. Los resultados serían muy diferentes.

    • miguelabollado2012

      Bueno, Antonio, ese es el principal problema, sí. Las provincias. La propuesta de Compromis-BNG propone cambiar la circunscripción a la Comunidad Autónoma. Pero por lo visto eso es más complejo porque hay que cambiar la constitución, y no sólo la LOREG. Pero se puede fijar un escaño por provincia, y el resto por población, y proporcional. Las tres propuestas (IU, UPyD y Compromis) dan resultados similares. UPyD quiere aumentar a 400 diputados, y por eso me gusta menos, pero por lo demás es similar. Lo que propone Compromis y BNG, que es el gráfico que expongo, se puede conseguir pero deben aprobarlo 3/5 partes del Congreso, es decir, siempre PP y PSOE. Cualquier cambio pasa por PP y PSOE, que paradójicamente son los grandes interesados en que no se cambie nada ;). Un saludo

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