En 2008, el segador, un virus mortal y terriblemente contagioso aparece en Glasgow y no tarda en extenderse como la pólvora. El gobierno británico no duda en tomar una medida de lo más expeditiva y cruel: abandonar a su suerte a toda la población de Escocia al tiempo que convierte a todo el país en zona de exclusión, prohibiendo la entrada y salida del territorio por tierra, mar y aire. Pero la amenaza del segador continúa viva. El mundo decide aislar a Inglaterra, que no tarda en convertirse en zona de guerra, hambruna y guetos. Hasta que 25 años más tarde se organiza una misión suicida: entrar en Escocia y encontrar al único hombre que podría encontrar una vacuna para el virus, el Dr. Kane. Bienvenidos a una auténtica locura de película, gamberra, salvaje como pocas, delirante, divertida y plagada de homenajes a clásicos. Vamos al lío…
Con la sombra de una conspiración gubernamental que habría sido la creadora del mortal virus, un equipo de soldados de élite liderados por la Mayor Eden Sinclair (Rhona Mitra) entra con dos tanquetas en Escocia dispuesto a todo. Pero la pesadilla no ha hecho más que empezar y tendrán que enfrentarse a los herederos de esa población abandonada y sacrificada con sed de venganza y que para sobrevivir solo entiende un lenguaje: la violencia. Armados con cócteles molotov, hachas, cuchillos y bates de béisbol con alambre de espino no tardarán en diezmar al equipo y destruir sus vehículos. Aun así, la búsqueda del Dr. Kane debe continuar y lo hallarán en un ‘reino’ que él mismo ha creado al más puro estilo del Camelot de las leyendas artúricas.
Injustamente tratada por crítica y público, DOOMSDAY es un original, divertidísimo y vertiginoso cruce entre Estallido (Wolfgang Petersen, 1995), la saga de Mad Max (George Miller) y 1997: Rescate en Nueva York (John Carpenter, 1981). Sin un Snake Plissken (Kurt Russell) que entre en un Manhattan reconvertido en prisión para rescatar al presidente del gobierno, Rhona Mitra lo hace en Escocia, y se echa la peli a las espaldas como heroína de acción a la altura de Sarah Connor o Ellen Ripley, repartiendo tiros y bofetadas a diestro y siniestro para rescatar al Dr. Kane. Si a ello le sumamos un desquiciado villano llamado Sol (Craig Conway), capaz de cortar cabezas, desmembrar cuerpos, bailarse el Good Thing (Fine Young Cannibals) en una orgía de sangre, sudor y fuego, capaz de ofrecer a uno de los buenos servido a la barbacoa literalmente vivo y con un ejército de locos que le seguirán hasta la muerte en una persecución final al más puro estilo Mad Max… el resultado son 106 minutos de non stop, de entretenimiento de terror, humor, acción y mucho, mucho gore…
En el reparto encontramos a grandes veteranos como Malcom MacDowell (La naranja mecánica) o Bob Hoskins (¿Quién engañó a Roger Rabbit?) pero ningún otro rostro que pase de anecdótico. Eso, y la escasísima promoción de la película hicieron que pasase prácticamente desapercibida privando a muchos, como os digo, de una peli muy entretenida dirigida por Neil Marshall, responsable de las también entretenidas Dog Soldiers (2002) The Descent (2005) o Centurión (2010) demostrando en todas ellas hacer auténticos juegos malabares con presupuestos discretos, dando una vuelta de tuerca a todas sus historias y ofreciendo siempre litros y más litros de sangre. NO OS LA PERDÁIS…
