Ha muerto R.A. Montgomery, autor y editor de los populares libros Elige tu propia aventura, donde tú eras el protagonista de la historia que leías y tomabas decisiones pasando a una página u otra. Más de 180 títulos publicados en más de 40 idiomas… y más de 250 millones de ejemplares vendidos desde finales de los setenta hasta principios de los noventa. No es moco de pavo. Y menos para quienes los leímos y conservamos como oro en paño. A ellos… y sus primos.
Porque del simple hecho de tomar una decisión pasando a una página u otra, se evolucionó a incluir mecánicas más sofisticadas derivadas de los juegos de rol, como construir un personaje con distintas habilidades y lanzar dados para resolver peleas o dilemas. Que no tenías dados, no pasaba nada: en la parte inferior de cada página había unos impresos, así que bastaba elegir una al azar… y ya tenías el resultado de tu tirada. Aunque, ¿quién no hacía trampas?
Después de Timun Mas, que fue la pionera en España, llegaron Altea y sus LIBRO – JUEGOS en diversas colecciones: Brujos y Guerreros, Lucha Ficción, Lobo Solitario, La búsqueda del Grial…
Mapas, ilustraciones…
El que no se divertía era porque no quería.
Otras editoriales se subieron al carro.
Más títulos, más historias…
Y nosotros tan contentos.
Y sí, también teníamos videojuegos, aunque fueran del Spectrum.
Y sí, también veíamos películas, aunque fuera en VHS o Betamax.
Y sí, también nos daba tiempo a bajar a la calle y hacer el cabra con los colegas.
Aquellos libros… Joder, fue un boom. ¿Cómo no iba a serlo si cada libro costaba 175 pesetas? Pero como ya estamos cansados de recordar aquellos tiempos, de clamar a los cuatro vientos lo mucho que nos divertíamos… no como los chavales de ahora, y bla, bla, bla, la pregunta, o reflexión, es otra:
¿Por qué se acabaron?
Casi 25 años después no parece que vaya a encontrar la respuesta, pero sí la continuación de la historia: la 20th Century Fox se ha hecho con los derechos cinematográficos de estos libros. Y, aunque llegados a este momento en la vida en que se plantean otros absurdos de película, como adaptar el Monopoly a la gran pantalla (cualquier día nos sorprenden con Wisper XL o Abdominazer, the Movie), cada vez espero menos del cine y sus estúpidas adaptaciones, sí que me quedo con algo que me consuela:
Que estos libros vuelvan a editarse.
Aunque sea con la excusa de una película de mierda.
Producida por Nicole Kidman.