La semana pasada hablamos de las campanas que marcan con su toque el transcurrir del tiempo. Ese tiempo fugaz e inaprensible y escurridizo que, al contrario que el caminante que para a descansar, nunca se detiene, no tiene reposo. “Que se me va, que se me va, que se me fue el instante y con
¿Por quién doblan las campanas?
“La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti”. Esta cita de John Donne da título a la célebre novela de Ernest Hemingway: ¿Por quién doblan las campanas? Las campanas, hoy quizás para algunos objetos residuales y absurdos,
Defensa de la diferencia
Ninguna de las hojas de los árboles de las que este otoño se ha deshecho en ritual genocidio era igual a otra, aunque todas ellas compartieran el mismo designio. Ni tampoco las olas que por miles y miles de millones rompen cada día el mar contra las rocas, aun siendo parecidas, tan parecidas, son iguales.
Hacer los deberes
Sigo hablando de crecer, de llegar al menos hasta nuestra altura y, mejor aún, llegar un poco más, traspasar nuestros límites, superarnos, pero nunca quedarnos ni un centímetro por debajo de aquello que podríamos haber llegado a ser, para lo que estábamos capacitados. En aquellos años sólo había dos opciones. A las cinco de la
El que enreda corta
El miércoles pasado terminaba la columna advirtiendo del riesgo que conlleva calificar cualquier evento como histórico, por nimio que sea. Es el doble riesgo de disminuir el valor de la Historia y como consecuencia el de empequeñecernos. Aplaudimos a un atleta que es capaz de saltar más que nadie, pero veríamos como algo ridículo si
¿Preferirías ser un pez?
El protagonista, un hombre joven y sano, despierta todas las mañanas minutos antes de que suene el despertador. Abre los ojos y mira el reloj sin estridencias sin rabia ni pereza. Luego se abraza a su hermosa mujer, que duerme a su lado. Ella también despierta, pero no abre los ojos ni se vuelve. Su
Feliz Navidad
Recién llegado. Quizás este sea el día en que más disfruto de volver. Volver. A veces me pregunto porqué me fui, pero mientras pueda seguir volviendo, ni la pregunta ni las posibles respuestas son tan importantes. Aunque faltan unos días, para mí, al llegar, ha comenzado la Navidad. Terminará cuando me vaya. Acabo de llegar
Sin interés está muerta
Arreglar, reciclar, valorar. No valoramos aquello que es de usar y tirar. No valoramos lo que tiramos pero, sin embargo, tiene su valor y también un valor negativo, el del daño que hace. “La infancia es la verdadera patria del ser humano”, pensaba Rilke y quizás por ello siempre regresamos a ella, a través de
Considero un valor
La semana pasada hablaba de que el consumismo es una senda equivocada que no conduce a la felicidad sino, más bien, a la ansiedad o a la frustración. Frente a ello, Epicuro propone un camino más sencillo: la autarquía. El sabio conoce que la felicidad se encuentra en uno mismo y por lo tanto hay que
Testículos
La etimología de las palabras es como su código genético, gracias a ella podemos ver en el verbo el perfil desgastado en la moneda sobada, el sentido en la palabra tantas veces pronunciada. Testículo, viene de testigo. Los romanos para jurar, en lugar de poner su mano sobre Constitución o Biblia, sujetaban con ella el