La acción por la acción conduce al embrutecimiento. El pensamiento por el pensamiento nos lleva a la melancolía.
Embrutecimiento y melancolía, dos extremos perversos que debemos evitar.
Antes de hacer, pensar un poco, qué hacemos y por qué lo hacemos.
Después de pensar, levantarnos del cómodo butacón en el que gusta sentarse a la teoría y llevar a cabo aquello sobre lo que hemos reflexionado.
En una palabra: decisión.
Una decisión, conlleva las dosis adecuadas de acción y pensamiento. En las decisiones, en cada decisión, también en las equivocadas, se halla lo propiamente humano, nuestra desgracia y nuestra grandeza, la libertad y la responsabilidad y, no lo olvidemos nunca, la asunción de las consecuencias.
Lo cierto es que este martes no pensaba escribir esto, otro era el plan. Y sin embargo, he decidido rectificar.
Porque en ningún lugar está escrito que no podamos cambiar. Claro que podemos, es muy saludable -hasta de principios y de credos y de esas verdades que tenemos por tan arraigadas- es sólo cuestión de pensarlo y realizarlo, es decir: decidirlo.
Dimidium facti, qui coepit, habet: sapere aude
incipe
Quien ha comenzado, ya ha hecho la mitad: atrévete a saber, empieza.
Sabios son estos versos de Horacio. Comenzar es más de la mitad de todo el trabajo.
¡Empieza!
Salud
(el próximo martes retomaré el orden natural de las cosa, o no)
Se puede cambiar, eso cierto, lo difícil es que ese cambio perdure y no se limite a un único día.
Algunas veces solamente tiendo a perderme en la acción, eso sucede cuando haces algo de manera impulsiva… a veces me pierdo en la reflexión y eso me conduce a la duda.
Eso sí tomar una decisión y sólo por el mero hecho de decir “voy a …” y comenzar a hacerlo, al menos, para mí es casi un camino realizado. A pesar de que la decisión luego se convierta en un error, errar es humano, y eso puede ayudar a tomar “a posteriori” la decisión adecuada.
Me ha gustado el hecho de cambiar en un momento dado sin seguir las propias directrices personales que nos dirigen.
Un saludo, hasta otra.
” Relexionar” q fácil me parece, otra cosa es actuar ahí está lo complicado, al menos para mí, pero una vez que has decidido no hay q mirar atrás. Estoy de acuerdo contigo q lo importante es decidir y si te equivocas rectificar es de sabios. El problema que a veces cuando actuas ya es demasiado tarde
La acción puede nacer de la reflexión o del impulso. La acción reflexiva, que nace de la evaluación de la situación, no es inmediata mientras que la acción impulsiva, que suele responder a estímulos externos o ajenos (la defensa ante un ataque, ….), si suele ser mediata. De todas formas en esta sociedad cada vez somos mas procrastinadores profesionales y solemos aplazar nuestras acciones hasta “el infinito y más allá”.
Chapeau!!!
Empieza y disfruta, empieza y VIVE.
Que bueno, me haces pensar, ahora toca hacer la 1ª mitad.